viernes, 30 de mayo de 2008

4.3 Etica y Mercado

4.3.3 ETICA Y CULTURA


Etica y cultura, entendida ésta en sus diversas acepciones, son factores que frecuentemente han sido soslayados al configurar estrategias de desarrollo. Enfrentados a economías que, a pesar de su crecimiento (al margen de las que han entrado en crisis), no logran mitigar las alarmantes cifras de la pobreza, del desempleo y de un creciente régimen de exclusión, se ha vuelto ineludible explorar otros términos de la ecuación.
Si partimos de la base que el desarrollo tiene como meta promover el bienestar de la población, las estrategias que derivan para América Latina y el Caribe los peores índices del mundo en la distribución de la riqueza, pueden y deben ser vistas como una violación de los principios éticos que abogan por la vida, por el ‘bien ser’ (y no solamente por el ‘bien estar’), por la equidad y por una igualdad de oportunidades.
Hoy, la educación es la plataforma de lanzamiento hacia el futuro; sus recortes, en nombre de la obediencia a una reestructuración financiera, una catapulta hacia la miseria de la marginación. Lo cual es otro modo de decir que todo programa de desarrollo que no incorpora este principio básico, al inhibir o cancelar el avance del individuo y de su núcleo social, inscribe su partida en una transgresión ética.
Para tener una mejor ética en la cultura hay que tomar los siguientes puntos:
• Fomentar la conciencia y la participación ciudadana;
Divulgar los deberes y derechos de la ciudadanía;
• Promover la responsabilidad ciudadana en el sistema democrático;
• Fortalecer los vínculos comunitarios y promover la solidaridad;
• Fomentar el diálogo y el respeto por las diferencias;
• Reforzar en la colectividad el sentido de pertenencia y de nación;
• Apoyar los contenidos curriculares vigentes con materiales divulgativos que promuevan los valores de la democracia.

En primer lugar, quiero agradecer muy sinceramente la invitación para participar en este importante evento que se ha ido convirtiendo en un referente obligado para todos(as) los comprometidos y los interesados en el estratégico tema de la relación entre Cultura y Desarrollo. Tuve la fortuna de participar en el anterior evento y puedo constatarlo. Gracias de nuevo por esta privilegiada oportunidad.
El tema que quiero desarrollar puede inscribirse quizá dentro del tema sugerido por del Congreso "El ser humano: gestor del desarrollo cultural". Y digo quizá, porque estrictamente hablando no enfocaré solamente el aspecto del desarrollo cultural; no al menos en el enfoque que percibo en la propia formulación y en el marco general de la temática del Congreso. Mi propuesta quiere establecer la relación entre los elementos señalados en el título de mi ponencia, que como se aprecia, habla del DESARROLLO en general, y no solo del "Desarrollo cultural". En ambos enfoques, sin duda, es el SER HUMANO el gestor - o no - del proceso de desarrollo y de los diferentes enfoques o tendencias que lo animan.
Efectivamente, la plataforma de mi planteamiento es muy sencilla: Si queremos retomar el rumbo de un VERDADERO DESARROLLO (integral, sustentable, justo, equitativo etc.), debemos contar con nuestra voluntad activa - en cuanto seres humanos de este planeta - para que, respetando nuestras legítimas y diversas expresiones culturales como naciones, como etnias, como grupos o comunidades, nos sumemos al urgente impulso y las tareas correspondientes que nos sean comunes, para orientar el proceso en ésta dirección... y no en la que actualmente nos conduce e impone el modelo neoliberal, depredador del medio ambiente, marginador de las mayorías empobrecidas, excluyente de las oportunidades de justicia y equidad para todos(as).
Para ello, debemos crear, desarrollar y/o impulsar una actitud y COMPROMISO ETICO acorde con éste objetivo, que proyectado en términos sociales - es decir, más allá de lo meramente individual - dé lugar a una IDENTIDAD CULTURAL que sea la plataforma desde la cual asumamos el compromiso por salvar nuestro planeta, afirmemos nuestros mejores valores, e impulsemos un modelo civilizatorio verdaderamente HUMANISTA.
De ahí el ambicioso título de mi intervención, pues no considero posible el logro de ideales y objetivos tan nobles como inaplazables, al margen del debate de las diferentes posiciones éticas bajo las cuales la humanidad se organiza y actúa, de la discusión a fondo sobre el concepto de desarrollo que queremos asumir, y de la indispensable creación y/o fortalecimiento de una conciencia sobre ello, todo ello sustentado en la requerida identidad militante para lograrlo, es decir: en la creación o el fortalecimiento de una verdadera Cultura "de y para" el Desarrollo Humano Sustentable.
Empecemos por analizar brevemente los diferentes conceptos aquí presentados, pues no cabe duda que muchas veces nos movemos con diferentes y hasta contradictorias posiciones, que bien vale la pena dilucidar.* (1) En el desarrollo de la ponencia, acudiré con frecuencia a mi reciente libro "La Revolución Etica", y con ello, a los(as) autores(as) que en el refiero para sustentar mejor las tesis ofrecidas.
LA ETICA.
No cabe duda que en los últimos años, el concepto mismo de "ética" y la preocupación por "lo ético" y por "los valores", ha ido tomando mayor relevancia. La convocatoria y el título mismo de este evento, nos lo confirman. Sin embargo, queremos evitar caer en una corriente que se caracteriza por asumir los retos que plantean nuevas intelecciones de nuestro proceso civilizatorio, como si se tratara solamente de "modas" pasajeras. No es posible asumir el debate sobre "lo ético" bajo éste enfoque. Estamos hablando de un elemento sustantivo del devenir humano de todos los tiempos, con manifestaciones histórico-culturales claramente diferenciadas en la formulación y aceptación social de las "normas morales de convivencia" que cada sociedad se va dando, va modificando, volviendo a aceptar y así, en un continuo proceso dialéctico, en el que la
materialización de las correspondientes normas morales, tienen -
curiosamente - los mismos principios éticos, podríamos decir, "esenciales".
Es claro que estamos señalando la diferencia entre "Moral" y "Etica", pues aunque tengan orígenes etimológicos muy similares (Etica, del griego ethos, cuyo significado básico es: costumbre, uso, manera de conducirse. Moral, del latín "mos", "moris", de idéntica significación) en el desarrollo histórico ha venido diferenciándose su verdadera significación, pues hoy, "la Etica estudia el problema del bien y del mal y el de la conducta humana, independientemente del conjunto de normas que de hecho rigen esa conducta en un momento dado; en cambio, la Moral se ocuparía del estudio de esas normas tal como ellas se expresan de hecho en las diferentes comunidades humanas"* (2) Camacho Luis, citado por el autor en "La Revolución Etica"
No es el caso abundar en estas consideraciones en una breve ponencia como ésta, pero sí queremos dejar claramente señalado lo anterior, pues su repercusión en el desarrollo de las actitudes y comportamientos necesarios para propiciar una nueva "cultura del desarrollo", tiene que ver con PRINCIPIOS.---y no solo con normas históricas, ya sea jurídicas o morales.
Normalmente, también es común entender "lo ético" como sinónimo de "bueno", Fladecuado", "correcto" etc.. Por ello, cada vez con mayor frecuencia escuchamos frases tales como: "Lo que pasa es que ya no hay ética", o "Tal persona, no tiene ética, o no es ético". Con frecuencia decimos "se ha perdido la ética", ante la escandalosa cantidad de hechos de abuso, injusticia, depredación, autoritarismo, engaño, violencia etc. con que cada día, ya no nos sorprenden las noticias. Pero no es exactamente así. Lo que se ha perdido o está en franco retroceso, es "esa" clase de ética a la que "normalmente" hacemos referencia al hablar de ética, es decir, la "Etica de la vida", la "Etica humanista" o como queramos llamarle a ese conjunto de principios y valores que expresan lo mejor de los ideales de la humanidad: La dignidad humana, la justicia, la verdad, el respeto, la tolerancia, la compasión, el amor etc. etc., independientemente de las particulares expresiones normativas que cada sociedad se da.
Pero de hecho existe otra ética, que se va volviendo hegemónica: Es la "ética del mercado", la "ética neoliberal": la de la competencia, el egoísmo, el abuso, el autoritarismo, la mentira, la violencia etc. La que vivimos y sufrimos a diario y a todos los niveles, a veces como víctimas y otras como cómplices (conscientes o no tanto) pero a la cual nos vamos acostumbrando. Aquella que nos permite ya no escandalizarnos ante el deterioro del medio ambiente, ante el asesinato político o los bombardeos "humanistas" que asesinan inocentes; o ante bloqueos que someten al Pueblo Cubano a grandes sacrificios y sufrimientos, sin lograr su ruin objetivo: doblegarlo. Es la ética que nos va haciendo vivir y sentir como "normales", tales aberraciones. Es la que ha ido instalando en las grandes mayorías, en pueblos enteros, la "Cultura de la Normalidad".
Y es justamente esa "cultura" con su sistema de valores, de actitudes, de códigos, de normas morales y jurídicas, de expresiones artísticas etc., la que va dando legitimidad a un modelo ideológico, económico y político que, a la vez que la impulsa, promueve y legítima, se vale de ella para seguir profundizando su propuesta depredadora y excluyente. Es la que va imponiendo un "modelo de desarrollo" de corte absolutamente economicísta, al margen de las demás consideraciones que tienen que ver con la expresión humana plena. No estoy confundiéndome ni haciendo del concepto de "Cultura" un sinónimo vulgar de "ideología". Por ello, quisiera explorar un poco mi propio acercamiento al concepto de Cultura, no sin antes dejar bien claro que debemos reconocer que la ética neoliberal existe, tiene consistencia y se expresa en formas tan diversas como eficaces, haciendo de sus "principios" y de sus normas de comportamiento (explícitas o no ) verdaderas construcciones histórico-sociales de carácter cultural.

LO CULTURAL.
Al igual que en relación a lo ético, con lo cultural suele haber también muy diferentes interpretaciones. Ya en el anterior evento que precedió a éste, expresé mi concepción de cultura bajo las siguientes premisas: No se puede (no se debe) "definir" la cultura, pues al hacerlo, la congelamos, la cercamos y matamos su característica principal, que es su dinamismo, su constante renovación, su construcción dialéctica día a día. Por eso, podemos - si acaso - ofrecer elementos para una conceptualización siempre viva e históricamente consecuente. Tampoco podemos hablar de "la" cultura, sino de las diferentes expresiones históricas y contextuales de lo cultural. Es decir, podemos hablar de "las culturas". Por último, siguiendo a Paulo Freire ( nuestro inolvidable maestro que falleció hace dos años, justamen la víspera de viajar a Cuba para asistir al anterior encuentro) decimos que entendemos "la Cultura como la forma en que el ser humano se relaciona con el mundo y con la naturaleza, para transformarla y en ese proceso de transformación se produce la cultura".
No podemos por tanto reducir lo cultural, a solamente aquello relacionado con el arte o las bellas artes. "Cultura es - decíamos hace dos años - costumbre, tecnología, alimentación, vestido; es forma de ser; es conocimiento empírico, medicina popular, medicina "científica", es vivienda, es padrón cultural de la misma; es forma de encarar el Habitat; son normas, costumbres, hábitos y valores; es la expresión de cómo la sociedad va desarrollando su relación con la naturaleza y con el medio y ahí, produce estos elementos y los códigos que la expresan. Cultura - así entendida - no es solo aquello referido a la parte expresiva de determinado modelo de desarrollo y su práctica histórica, es decir, los códigos que lo expresan: Música, lenguaje, vestido, pintura....expresiones artísticas en general, pues "estas son, al fin de cuentas, manifestaciones que expresan la percepción objetiva y subjetiva de los hombres y mujeres concretos", en épocas y circunstancias históricas, también concretas.
José Luis Rebellato, en su libro "La Encrucijada de la Etica", nos dice: "La cultura es un concepto complejo de no fácil definición. En forma aproximativa se puede decir que la cultura se encuentra en torno a relaciones sociales y redes comunicativas. Supone la conjunción de distintos elementos que conforman una visión del mundo, del entorno y de lo demás. Resulta inseparable del reconocimiento o la negación de las propias potencialidades. Es una matriz generadora de comportamientos, actitudes, valores, códigos de lenguaje, hábitos"* (3) Rebellato José Luis. "La encrucijada de la ética". Citado en "La Revolución Etica".
Referencias:

http://www.peripecias.com/mundo/502NunezPonenciaEtica.html

http://www.blogger.com/www.mitecnologico.com/Main/EticaYCultura

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